miércoles, 26 de agosto de 2009

Más de la mitad de los niños de América Latina y el Caribe son maltratados




Alrededor del 50% de los adultos considera normal usar el maltrato de
niños menores de edad como forma de educación y castigo.


Agosto, 2009 - En América Latina y el Caribe más de 95 millones de niños, niñas y adolescentes menores de 18 años sufren maltrato físico, psicológico, abuso sexual, o abandono.


Alrededor del 50% de los adultos piensa que es normal recurrir al maltrato infantil como forma de educación, mientras que resulta común aplicar castigo corporal, especialmente a los más pequeños, para imponer disciplina. Así se establece en el artículo Maltrato infantil: una dolorosa realidad puertas adentro, del boletín Desafíos Nº 9, de la CEPAL y UNICEF, donde se analiza el avance de los Objetivos de desarrollo del Milenio en la infancia y adolescencia.
El principal factor de riesgo para que exista violencia contra los niños al interior de las familias es que el padre o la madre hayan sufrido una experiencia similar, según la psicóloga Soledad Larraín y la socióloga Carolina Bascuñán, de UNICEF, autoras del estudio. Este es el llamado fenómeno de transmisión intergeneracional de la violencia
Explican que se entiende como violencia al uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, que provoque o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. La persona agresora concibe el daño como el fin principal de su agresión.
Pese a los esfuerzos desplegados, la región no ha desarrollado aún una respuesta eficaz contra el maltrato infantil, y una de las principales dificultades es la ausencia de información sobre su real dimensión y características, en especial cuando ocurre dentro del hogar.
Debido a la falta de una metodología homologada que mida las diferentes formas de abuso no es posible hablar de cifras comparables entre distintos países.

En todo caso, según las autoras una de las principales fuentes de información para analizar el problema es la recopilación de estadísticas oficiales de denuncias registradas en los servicios sociales, policías, hospitales y servicios que atienden a niños y niñas.
Pero las denuncias dan sólo una cuenta parcial de la realidad del maltrato y la penalización es reducida. Por ejemplo, según datos de las defensorías bolivianas de la Niñez de La Paz, El Alto y Cochabamba, menos del 1% de los casos denunciados son sancionados por la justicia. Algo similar ocurriría en el resto de los países.
En la mayoría de los casos los abusadores son conocidos por los niños y niñas menores y, en una proporción importante, son familiares. El abuso sexual se presenta, en general, cuando las víctimas -principalmente niñas- tienen entre 7 y 11 años. Esta acción es la menos denunciada, sobre todo cuando es cometida por los padres o familiares cercanos.
En el artículo de Desafíos se mencionan resultados de estudios de países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay, y de subregiones como el Caribe y Centroamérica.
Se recomienda, para avanzar en el combate contra el maltrato infantil, dar prioridad a la prevención y a la intervención temprana, con la participación de todas las instituciones que tienen contacto con los menores de edad. Datos precisos y confiables acerca de la magnitud, las características, los factores de riesgo y de protección, y el impacto en la familia permitirán una adecuada formulación de políticas públicas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario